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Cuando la diversión se convierte en una adicción
¿A veces siente que pierde el control sobre sus propios hábitos de juego? En ese caso, le ocurre como a varios cientos de miles de personas en Alemania. Para usted las máquinas tragaperras o juegos de azar, las apuestas deportivas, el póker o la lotería han dejado de tener el mismo significado que para la mayoría de personas: una mera actividad de ocio. En su caso ha pasado de ser una diversión a convertirse en una adicción. Varios cientos de miles de personas no dejan de jugar hasta que no se les agota todo el dinero. Y vuelven jugar, incluso aún perdiendo, para recuperar el dinero perdido. Las personas que se ven atrapadas en este círculo vicioso de problemas con el juego apenas pueden pensar en otra cosa que no sea en volver a jugar. Los problemas económicos van ligados a ello. Las apuestas son cada vez mayores y el juego se vuelve cada vez más arriesgado. La desesperación y el sentimiento de culpabilidad son la consecuencia de todo ello. El trabajo, los amigos y la familia se quedan por el camino y el adicto al juego se ve cada vez más marginado.